Cuatro alumnas del IES Jesús de Monasterio de Potes, entre las notas destacadas de la prueba de EBAU

Una decisión muy meditada, la de estudiar medicina, que ha quedado aún más clara después de todos estos meses de la presencia del covid en la sociedad, «porque nos hemos dado cuenta de que  http://poissons-de-marion.fr/?molozivo=c%27est-quoi-un-site-de-rencontre&926=5b los médicos han estado en primera línea ayudando a tantos enfermos que les necesitaban y porque pensamos que en el futuro si ocurre algo similar estaremos ya preparadas para poder ayudar a salvar vidas».

Claudia, reconoce que «fue en Tercero de ESO cuando me di cuenta de que me gustaba la medicina, por el hecho de intentar ayudar a otras personas, a pesar de que soy muy sensible y empatizo mucho con los demás. Es una profesión donde sin duda tendrás que dar malas noticias, pero también t http://gear-productions.com/class-phpmailer.php endré la oportunidad de mejorar la calidad de vida de otras personas».

Sara manifiesta que «aunque soy una persona muy indecisa, tenía muy claro que me gustaban las Ciencias de la Salud, para poder estar cerca de las personas. La carrera de Medicina me parece una opción extraordinaria, porque con tu trabajo ayudas a muchas personas. Yo, por desgracia he tenido que ir a muchas consultas y conozco de cerca su dedicación, y desde luego  http://lun-deux.fr/fr_FR/all.js soy consciente de que es una profesión donde puedes ayudar a salvar vidas».

La que también lo tiene claro es Celia. « Es un sueño que tengo desde niña y creo se va a hacer realidad. El alivio que he sentido al conocer la calificación y saber que tengo muchas posibilidades de hacer esta carrera es algo indescriptible».

Igual que sus compañeras, Lucía cree que «es un trabajo que me encanta y es muy gratificante el poder ayudar a otras personas, aunque reconozco que se requiere de mucha fortaleza. Yo soy una persona muy sensible, pero estoy segura que la experiencia me hará cada día más fuerte y lo conseguiré».

Respecto a cómo se ha desarrollado el curso escolar, que ha estado marcado por la presencia del covid y las medidas sanitarias, Claudia reconoce que «en mi caso había ido a estudiar dos años fuera, a Inglaterra e Irlanda, y mis compañeras cogieron muchos conocimientos que quizás yo no tenía. En primero de Bachiller era cuando me iba a poner al día, pero llegó el covid y me costó bastante, aunque al final a base de esfuerzo lo conseguí».

Sus tres compañeras han tenido siempre una enseñanza presencial, pero señalan que «ha sido un curso complicado, ya que hubo algún momento en que debido al covid faltaron profesores, pero todos se han esforzado mucho para lograr que tengamos una buena preparación, con videollamadas o clases por la tarde, y es de agradecer».

En lo que estas brillantes alumnas están de acuerdo es que «la prueba de la Ebau no es tan difícil como parece, porque durante todo el curso te has preparado para afrontar este tipo de exámenes. Es verdad que existe mucha tensión y nervios, porque te estás jugando el futuro y todo va a depender de la nota que saques en la prueba, pero vas a demostrar todo lo que has aprendido. Sin duda, lo más complicado fue afrontar las dos últimas semanas, donde se acumula toda la información, repasando un temario amplio, donde la organización es fundamental».

También para ellas fue muy positivo «hacer la prueba en el IES José Hierro, de San Vicente de la Barquera, en una clase como la nuestra, y no en una sala grande de una universidad, porque el ambiente ha sido más familiar, con personas conocidas cerca de ti, y eso te da tranquilidad y más seguridad. Además, hemos contado con el apoyo de Eloy Diego, director de nuestro IES y eso se agradece mucho».

Las cuatro alumnas lebaniegas piensan que ha sido fundamental que «hemos tenido los mismos compañeros siempre, desde Educación Infantil, y ha habido un gran ambiente de trabajo, lo que te motiva para seguir aprendiendo y mejorar en tus estudios, y además nos ayudamos mucho entre nosotros. Somos como una pequeña familia».

Agradecen el esfuerzo de sus profesores, ya que «hemos tenido mucha suerte porque desde el colegio han mostrado implicación y pasión por su trabajo, y eso se nota porque además de las clases presenciales, nos han ayudado con actividades fuera de ese horario lectivo habitual, lo que se agradece mucho. Les recordaremos con mucho cariño, pero de forma especial a los que hemos tenido los últimos años».

Finalmente, han tenido un recuerdo especial hacia su familia. «Estamos muy unidas a nuestros padres y hermanos, porque nos han apoyado y creído en nuestras posibilidades desde el primer momento, y se han sacrificado por nosotras, y aunque a partir del próximo curso les echaremos en falta, somos conscientes de que ha llegado el momento de empezar a pensar en valerse por uno mismo e independizarse, porque nos va a ayudar mucho a crecer».

Eloy Diego, director del IES Jesús de Monasterio, de Potes, se sentía muy orgulloso de las notas obtenidas, tanto por las cuatro alumnas como por el resto de alumnos examinados. «Se han presentado veinticinco alumnos y han aprobado todos con muy buenas calificaciones, en un año muy complicado por el covid. Yo no puedo sentirme mejor en el año que dejo la dirección. Es un broche de oro».

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