En un magnífico día, con cielos totalmente despejados y agradable temperatura

application rencontre croisé rue Los puertos de Áliva volvieron ayer a ser punto de encuentro, para celebrar la festividad de la Virgen de la Salud, entre Campomenor y Campomayor,  donde después de dos años marcados por la pandemia, se volvieron a retomar todas las actividades, organizadas por el Ayuntamiento de Camaleño, asistiendo cientos de devotos y romeros, en una jornada con cielos totalmente despejados.

http://promocjazdrowia.pl/?krimskiymost=ciekawy-opis-na-portal-randkowy-przyk%C5%82ady&3f1=7b Por la mañana, después de la ofrenda floral a la Virgen, hubo una misa solemne, oficiada por Oscar Solloa, franciscano y párroco de Pembes, quien en la homilía resaltó que “nos hemos reunido hoy aquí, para honrar y venerar a la Virgen de la Salud”.

Sebdou La procesión en andas con la imagen de la Virgen, por los alrededores de la ermita, dio paso al canto de la Salve y del Himno a la imagen, seguido de la veneración en el exterior de la ermita. Concluida la celebración religiosa, niñas y jóvenes del Aula de Cultura Tradicional del Valle de Camaleño, dirigida por María Bulnes, ofrecieron un bonito repertorio de canciones y de bailes tradicionales.

Después de la comida, hubo romería amenizada por Manuel Molleda “Sal y Pimienta”, así como una gran maratón por los alrededores de Campomayor y la tradicional carrera de la rosca, con nueve categorías por edades, para disputarse el premio de las merecidas rosquillas.

Entre las autoridades que asistieron a la fiesta se encontraba Miguel Ángel Revilla, presidente del Gobierno Regional; Paula Díaz, consejera de Presidencia; Guillermo Blanco, consejero de Desarrollo Rural; José María Mazón, diputado nacional del PRC; Isabel Urrutia, diputada regional del PP; los alcaldes de Camaleño, Cabezón de Liébana y Pesaguero, Oscar Casares, Jesús Fuente y Enrique Sabarís, respectivamente, entre otros.

El rosario en la ermita, dio paso al regreso de devotos y romeros, bajando del puerto, que disfrutaron de una animada verbena en Espinama, amenizada por el Dj Lon.

La existencia de una ermita en el puerto de Áliva, se cita ya en las ordenanzas del puerto del año 1647, donde se ordena que se haga de nuevo la ermita, bajo la advocación de San Pedro Advíncula, que había antiguamente en ese lugar.

Aún en 1845-50 se cita dicha ermita, y sabemos que en 1851, Enrique Posada, nacido en Pembes y que vivía en Sevilla, adquirió la imagen de la Virgen de la Salud, que actualmente preside la ermita. Poco a poco, la fiesta de San Pedro Advíncula fue perdiendo asistencia, y ya en el primer cuarto de siglo XX, los devotos celebraban solamente la fiesta en honor de la Virgen de la Salud, como actualmente tiene lugar cada 2 de julio.

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