Por no ejecutar correctamente una subvención recibida en 2019
http://syris.fr/?powtovuylust=sites-de-rencontre-internationale-gratuit&765=b6 Pedro Álvarez. DIARIO MONTAÑÉS
wattrelos annonce femme La Mancomunidad de Liébana y Peñarrubia anda estos días jugando al escondite. Lo malo es que lo que se ha perdido, o escondido -no se sabe todavía-, son los 50.962 euros que la mancomunidad le tiene que devolver al Servicio Cántabro de Empleo (Encam). ¿El motivo? La subvención correspondiente a Corporaciones Locales que el organismo cántabro le concedió a la comarca en 2019 y que esta no ejecutó en su integridad. Ya se sabe que el dinero público que no se emplea en aquello para lo que se ha solicitado, es dinero que hay que devolver. El problema es que en este caso, nadie sabe dónde está. El expresidente de la entidad, Julio Cires (PSOE), dice que los 50.000 euros deberían encontrarse «en caja» -refiriéndose a la tesorería de la Mancomunidad-, pero el titular actual, Javier Gómez (PP), asegura que no, que el dinero no está.
De la deuda contraída informó el presidente a los miembros de la Mancomunidad en el pleno celebrado hace unos días. Gómez concretó que el Encam concedió a los municipios una subvención de 95.400 euros para poner en marcha un proyecto de conciliación. Tenían que ser contratados diez parados de larga duración. El problema es que tan solo se empleó a tres. Los siete restantes entraron por contratación directa -sin cumplir los requisitos para los que se había concedido el dinero-, por eso el Encam reclama ahora, cuatro años más tarde, la devolución de los 50.962 euros. Además de poner los hechos en conocimiento de los miembros de la organización, el popular afeó su gestión al anterior presidente, al que acusó de «no haber informado a la asamblea del incumplimiento en la ejecución de los programas ni de la deuda contraída».
Expresidente de la Mancomunidad
Por su parte, Julio Cires, que ejerció la presidencia entre el 2015 y el 2023, explicó que «los servicios informáticos del Gobierno de Cantabria sufrieron un ciberataque» en 2019. El suceso, asegura, coincidió, casualmente, con el momento en el que Cires se disponía a certificar ante el Encam que no se habían cubierto todos los puestos de trabajo.
Cires confirmó a su vez que la Mancomunidad «no destinó el importe a otros proyectos» y da por hecho que los dineros tienen que seguir donde los dejó. Pero no. Es más, su sucesor, Javier Gómez, cargó contra el socialista, «porque un año antes de tomar la presidencia, ya tuvimos que devolver otros 18.392 euros por un problema similar». Según relata, «esta vez se debía contratar a cinco trabajadores con el fin de desarrollar un programa de Garantía Juvenil, pero solo entraron tres». Además, hubo que abonar una multa por intereses. Todo esto, reitera Gómez, «sin que la asamblea fuera puesta al corriente».
Para poder hacer frente a la deuda recién reclamada, el presidente propuso a los presentes en el pleno «solicitar a la Consejería de Economía la posibilidad de fraccionar el pago o sufragarlo mediante financiación bancaria, porque además habrá que abonar los intereses -otra vez-», asumió.
Según se deduce de las explicaciones dadas por ambos políticos, continúa sin saberse a dónde fue a parar el dinero que el Gobierno de Cantabria le solicita a la Mancomunidad de Liébana y Peñarrubia. Más de 50.000 euros que no se emplearon en desarrollar ningún otro proyecto, pero que tampoco se encuentran en la caja de la asamblea de municipios. Por tanto, la pregunta que toca ahora es: ¿dónde está dinero?