Carmen Machi, se ganó el cariño del público en la Fiesta del Orujo
oyonnax rencontre femme mature Como ya se ha convertido en una tradición, Carmen Machi visitó durante la mañana del sábado, el Centro de Estudios Lebaniegos, donde fue recibida por el alcalde de Potes, Javier Gómez, en su condición de anfitrión de la fiesta, así como por la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, autoridades regionales y locales y numeroso público.
Zvishavane «Soy embajadora del orujo y lo llevo con orgullo por todo el mundo», declaró la nueva Orujera Mayor tras firmar en el libro de honor del Ayuntamiento de Potes. La actriz mostró su agradecimiento «a Potes, sus gentes y a todos los asistentes al acto, así como a los que unánimemente me habéis nombrado Orujera Mayor». Emocionada, en su intervención ha recordado el vínculo que le une a Liébana, un lugar en el que nació su madre. «Tengo sangre de aquí, lo que me hace ser hospitalaria y disfrutona», destacó.
Shchëkino Finalizó la intervención mostrando su confianza en poder «estar a la altura del nombramiento y de la fiesta. Desde aquí quiero desear suerte a todos los orujeros». Confesó Machi sentirse «agradecida y contenta; suelo huir de las multitudes, pero hoy aquí vengo a disfrutar y participar de esta fiesta junto a vosotros», terminó diciendo.
El encargado de dar la bienvenida a la nueva Orujera Mayor y al público presente en el acto fue el alcalde de Potes, Javier Gómez, quien mostró su agradecimiento «a todas las personas que un año más forman parte de esta pequeña familia del orujo en la que, año tras año, nos volvemos a ver las caras». Agradeció también «la presencia de las autoridades regionales y locales así como «a la Orujera Mayor que haya aceptado este premio, muy humilde, en comparación con los que está acostumbrada a recibir, pero que le entregamos con mucho respeto, cariño y admiración, por lo que puede competir con cualquiera de ellos». Concluyó mostrando su confianza en que «lleves siempre a Liébana y el orujo en el corazón, cómo me consta que lo haces con tu tierra, Peñarrubia».
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, quien por primera vez acudía a la Fiesta de del Orujo en su condición de jefe del Ejecutivo regional, confesó sentirse «feliz» por asistir a la fiesta «ya que es la primera vez que tomo la palabra en la Fiesta del Orujo como presidenta de Cantabria y asisto junto con los lebaniegos y todos los asistentes que se sienten lebaniegos de corazón y acuden desde cualquier parte de la geografía nacional». Dirigiéndose a la actriz, señaló que «eres un pedazo de artista, con una amplia trayectoria y experiencia. Juntos hemos pasado muy buenos ratos y por eso quiero darte las gracias por tu trabajo ya que nos haces la vida más agradable y llevadera», afirmó Sáenz de Buruaga.
«De Liébana no se sale si te dejas atrapar por todo su atractivo y alicientes gastronómicos, sus gentes y sus pueblos y paisajes, en pleno corazón de los Picos de Europa», señaló Sáenz de Buruaga, quien animó a la intérprete a «disfrutar de esta fiesta tan participativa, que cada año es más grande y que este año sin duda es aún más especial, ya que coincide con la celebración del Año Santo Jubilar Lebaniego».
A las puertas del Centro de Estudios Lebaniegos aguardaban a la Orujera Mayor los miembros de las cofradías gastronómicas, entre las que no podía faltar la anfitriona, la Cofradía del Aguardiente de Orujo y Vino de Liébana, presidida por Juan Carlos García, así como una banda de gaitas que con su música amenizó la llegada de Carmen Machi y el resto del público.
Tras firmar en el libro de honor de la fiesta, la actriz, junto con las autoridades municipales y regionales, los integrantes de grupos folclóricos y asociaciones se desplazaron desde el Centro de Estudios Lebaniegos hasta la Torre del Infantado, donde en las escaleras de acceso se realizó la tradicional fotografía de grupo, donde Carmen Machi fue obsequiada con una camiseta de la peña El Orujo sí que da Alas. Posteriormente, visitó la exposición sobre Beato de Liébana y accedió a las almenas para contemplar la villa lebaniega y el macizo Oriental de Picos de Europa, antes de asistir a una comida de hermandad en el restaurante Plaza.