En una jornada festiva con excelente temperatura
http://lebonheurenmarche.fr/?s=2013 En el puerto de Áliva, en el interior de Picos de Europa, se celebró el domingo la festividad en honor de la Virgen de la Salud, fiesta declarada de Interés Turístico Regional, que congrega cada año a cientos de personas, y donde no faltan los vecinos de cada localidad del municipio de Camaleño, donde está enclavada la ermita, entre Campomenor y Campomayor. Todos los actos fueron organizados por el Ayuntamiento de Camaleño.
cholet sexe rencontre La excelente temperatura con cielos despejados y coincidir este años la celebración en domingo, hizo que fueran cientos las personas que se desplazaron hasta la ermita de la Virgen de la Salud, utilizando diversos medios, principalmente, vehículos todo terreno, aunque no faltaron los que lo hicieron en bicicleta, a caballo, o incluso andando. Aún se ve a personas caminando y realizando el recorrido descalzo por alguna promesa a la Virgen, como fue el caso de un vecino de la localidad de Pido.
La celebración de la misa solemne fue a las doce horas, oficiada por el sacerdote José Antonio Lerín, junto con el franciscano Padre Óscar, responsable de la parroquia de Pembes. En la homilía, Lerín, recordó “la importancia de la celebración de la misa, y del domingo, para todos los cristianos”.
Finalizada la misa, dio comienzo la procesión, bajo el son del pito y del tambor, y precedida la imagen por el estandarte, que fue llevada en andas por los devotos. Concluida ésta, se cantó la tradicional Salve y se veneró a la Virgen.
Luego, fue el turno de las niñas y jóvenes del Aula de Cultura Tradicional del Valle de Camaleño, dirigida por María Bulnes, que ofrecieron junto a la ermita un repertorio de su buen hacer en canciones y bailes tradicionales, dando paso a continuación a la comida en grupos familiares y de amigos en toda la campa.
Por la tarde, se celebró en Campomayor la tradicional carrera de la rosca, que contó con mucha participación y alta asistencia de público, celebrándose un total de dieciocho carreras repartidas en categorías por edades, donde el alcalde, Óscar Casares, era la referencia en cada una de ellas para girar y regresar a la línea de meta. Todos los ganadores recibieron las rosquillas, y todos los participantes, premio en metálico, medalla y bolsa de golosinas. También se celebró la maratón masculina, ganada por Diego Díaz. En total se repartieron 1260 euros en premios.
Finalizadas las carreras, los romeros poco a poco fueron regresando a sus hogares, y en la localidad de Espinama hubo un fin de fiesta.