En los últimos años han sido varios los casos en los que los depredadores acaban con la vida de canes de caza durantela actividad cinegética

http://delab.it/?direktor=incontri-donne-a-matera&66c=1e Los lobos acabaron con la vida de dos perros de caza que participaban durante el pasado fin de semana en sendas cacerías de jabalí. En concreto, los ataque se produjeron el sábado, en el lote de Fonfría y Pico Jaro, en Liébana, y el domingo, en una batida en el coto de Peñarrubia.

appuntamenti a milano Álvaro Fernández, vecino de Pembes, que une a su profesión de cantante su afición por la caza, se encontraba presente en la batida de jabalí que el pasado sábado tuvo lugar en Fonfría, en el término municipal de Vega de Liébana. «La cacería se estaba desarrollando con normalidad cuando se vio que una perra llamada ‘Mina’, propiedad de mi tío Daniel Fernández, que la había criado con cariño y trabajo para seguir el rastro de jabalí, salió detrás de varios jabalíes en la Collada Salce y de pronto el GPS que llevaba empezó a indicar que no se movía», relata.

hesitatingly Fernández recuerda que «enseguida mi tío, acompañado por José Blanco, siguieron el rastro y vieron una mancha de sangre en la pista que comunica con el puerto de Pineda. En principio creían que la perra se habría acostado, pero en un escobal descubrieron sus restos y el collar, ya que los lobos la habían devorado». «En la zona se vieron dos ejemplares que son los que mataron a la perra», asegura.

Álvaro añade que un día después, «el pasado domingo, en el coto de Peñarrubia, concretamente entre La Hermida y Bejes, los lobos mataron otra perra llamada ‘Flaca’, propiedad de Daniel Ceballos, vecino de Navedo (Peñarrubia), y hace un mes, en otra cacería celebrada en Bicobres Sur, acabaron con un jabalí y una perra, a la que destrozaron». Durante los últimos años es relativamente frecuente el ataque los lobos a perros de caza, tanto en batidas de jabalí como en la práctica de caza menor.

Fernández es pesimista respecto a la situación actual y al aumento de la población de lobos en Cantabria. «Esto que está ocurriendo es inaceptable. Y no solo se está acabando con la ganadería, por las constantes bajas que se producen, sino que ahora los lobos también matan a los perros y como continúe este aumento poblacional, algún día habrá algún disgusto con ataques a personas». Cree que «el control poblacional es necesario». «El consejero Guillermo Blanco está defendiendo al sector ganadero de una forma correcta, pero el problema es que en Madrid, la ministra, desde un despacho, no puede permitir que el lobo siga campando a sus anchas, produciendo bajas continuas en ganado y ahora también en los perros, porque si esta situación sigue así, será la ruina para las personas que se dedican a un sector y a una actividad que siempre ha existido en nuestra tierra», dice.

Pero los lobos no es el único problema que acecha en estos días a la actividad cinegética, sino que además hay que unir la reciente muerte, de varios perros de caza, que contrajeron la enfermedad de Aujeszky, después de su participación en cacerías de jabalí celebradas en montes de Liébana.

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